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Foco: Andréi Tarkovski

Ciclo
Según el crítico británico Frank Kermode, una de las condiciones básicas para que una obra alcance la categoría de clásico es la paciencia del texto, es decir, la capacidad para que sucesivas generaciones, más allá de la coetánea del autor, se acerquen y encuentren en ella motivos de identificación e interpretación. La reflexión es pertinente ante un cineasta como Andréi Tarkovski, cuya obra no ha dejado de programarse de manera regular en las pantallas de todo el mundo desde que falleciera en 1986.
Según el crítico británico Frank Kermode, una de las condiciones básicas para que una obra alcance la categoría de clásico es la paciencia del texto, es decir, la capacidad para que sucesivas generaciones, más allá de la coetánea del autor, se acerquen y encuentren en ella motivos de identificación e interpretación.
La reflexión es pertinente ante un cineasta como Andréi Tarkovski, cuya obra no ha dejado de programarse de manera regular en las pantallas de todo el mundo desde que falleciera en 1986. En estos 32 años el patio de butacas ha cambiado completamente, como lo han hecho también las circunstancias históricas y sociales en las que el público recibió su cine. Sin embargo, la obra del cineasta ruso ha pervivido entre los nuevos públicos con una vigencia, incluso con una capacidad de provocación e interpelación, extraña para otros cineastas de la modernidad. Estos treinta años han situado a Tarkovski en ese lugar, llamémoslo el de los clásicos, que hace que todo el mundo tenga opinión sobre sus películas incluso sin haberlas visto. Y sí, efectivamente, su cine sigue propiciando pacientemente, como diría Kermode, acercamientos, lecturas y filiaciones que debemos interpretar como apropiaciones desde el presente. Ha inspirado tesis doctorales y composiciones musicales, pero también video-juegos, como el S.T.A.L.K.E.R. de GSC Game World, y creaciones literarias, entre lo ensayístico y lo poético, como Zona de Geoff Dyer.
Ahora bien, la santificación de los cineastas no conduce a nada bueno, tampoco para los cineastas elegidos. En su reciente visita a Elías Querejeta Zine Eskola, con motivo de la primera sesión dedicada a las lecciones perdidas del cineasta ruso, su hijo, Andréi Andréievich Tarkovski, advertía precisamente de los riesgos de las lecturas hagiográficas y simplemente acríticas de la obra de su padre. Nada más reduccionista ni más alejado de su propósito real. Por este motivo, volver a recorrer cronológicamente su filmografía y ponerla en diálogo con otras películas contemporáneas, a veces simplemente emparentadas por ecos lejanos o evocaciones tangenciales, es una manera de bajarla del pedestal de mármol y devolverla a la vida. La única forma, realmente, de serle fiel, de no asumir cánones inmutables y de reivindicarnos como espectadores. Esta es la paciencia de los clásicos y la invitación de este programa que iniciamos en enero y que nos conducirá a la segunda sesión dedicada a las lecciones perdidas en primavera.
Carlos Muguiro (director de EQZE).
FOCOS / ANDRÉI TARKOVSKI - CINE CONTEMPORÁNEO
ENERO
20.01 sábado, 18:00. Krizácek (Little Crusader), Václav Kadrnka (República Checa, 2017, 90 min.)
21.01 domingo, 18:00. Ivanovo detstvo (La infancia de Iván), Andréi Tarkovski (URSS, 1962, 95. min)
FEBRERO
10.02 sábado, 18:00. Aliens, Luis López Carrasco (España, 2017, 23 min.) + Viu, Viu, Viu, señor Corberó, Diego Postigo (España, 2017, 47 min.)
11.02 domingo, 18:00. Andrei Rublev, Andréi Tarkovski (URSS, 1966, 205 min.)
MARZO
24.03 sábado, 18:00. Drift, Helena Wittmann (Alemania, 2017, 98 min.)
25.03 domingo, 18:00. Solaris, Andréi Tarkovski (URSS, 1972, 165 min.)
ABRIL
14.04 sábado, 18:00. Como me da la gana II, Ignacio Agüero (Chile, 2016, 86 min.)
15.04 domingo, 18:00. Zerkalo (El espejo), Andréi Tarkovski (URSS, 1975, 107 min,)
Este ciclo se ha organizado en colaboración con Tabakalera.